Sobre Estos y Aquellos

En primer y ante este primer comunicado, SoCMAC quiere dejar constancia de una idea esencial que vertebra esta sociedad: el camino.

En primer y ante este primer comunicado, SoCMAC quiere dejar constancia de una idea esencial que vertebra esta sociedad: el camino. Un camino es un recorrido indeterminado, construido a través de decisión, de elecciones, que llevan a quién lo recorre a aceptarse como lo que es y como lo que no llegó a ser, por ser lo que sí logró. Al fin y al cabo, el camino es una metáfora del cuidado y de cómo éste tiñe nuestra vida de un determinado color, enriqueciéndola y a la vez permitiendo diferenciar a unas personas de otras.

Bien es cierto que cualquier camino está contextualizado, rodeado de un paisaje que en cierta medida lo determina, tanto a él como a la persona que lo recorre; pero hasta ese contexto es en cierta medida, con el paso de generación tras generación, modificable: límites conocidos como barreras, techos (de cristal o no), condición (social o de cualquier tipo) han sido traspasados cuando quienes recorrían ese camino superaron, o dejaron de considerar, dichos límites.

SoCMaC, como Sociedad integrada en la Sociedad Científica del Cuidado (SCC), está conformada por un grupo de personas pensadoras del cuidado, algunas de las cuales, en su mayoría, se dedican asistencialmente a prestar dicho cuidado. En ese colectivo, el camino es importante y forman parte de esta sociedad, personas que se encuentran en algún punto determinado de dicho camino: doctores, especialistas, master, graduados o generalistas, que se identifican e identifican al resto en virtud de las decisiones pasadas, de sus esfuerzos, de sus logros y de sus fracasos; pero, sobre todo, por la ayuda que pueden prestarse en virtud del conocimiento adquirido por todo lo anterior.

En ese sentido, SoCMaC considera que dar pasos por el mero hecho de darlos no es caminar, que dejarse llevar en el paso del tiempo no es caminar. Caminar es decidir y así perfilar las competencias de cada uno, poco a poco; competencias que, en el campo del cuidado, hace años que normativa y legalmente se correlacionan con un determinado nivel. Y esto es así gracias a años de trabajo de gente que nos precedió, que apostó por que las personas que dedican su vida al cuidado pudiesen recorrer el camino, pudiesen decidir, al igual que quienes estudian y dedican su vida a otros menesteres, haciéndonos iguales, pues, a otros, pero distintos entre quienes recorren este camino.

El paso del tiempo, la labor cumplida, garantizan eso y solo eso, el tiempo y la labor, pero no la competencia: para eso existen, por fin a día de hoy los mecanismos oportunos y los caminos establecidos.

Y es que, el cuidado ha dejado de ser un área de conocimiento y de acción menor para situarse académica y profesionalmente en situación de igualdad con otras disciplinas y profesiones, lo que requiere de sus participantes asumir que ya no sirve caminar por caminar o justificar el paso por las condiciones del camino: requiere de la decisión y lo que ello conlleva de ganancia, pero de pérdida a la vez.

En cada nivel o etapa del camino, si se prefiere, se adquieren una serie de competencias que sólo son apreciables por quienes han recorrido ya dicha etapa y son estas personas las que regularán, como forma de apoyo a los que vienen detrás, la forma de superar dicho nivel. Así es en el que SoCMaC nació y así es el mundo presente.

Se abre, entonces, una nueva etapa de convivencia con variedad de figuras, de nuevos roles, de compartir, de respetar la normativa y los esfuerzos curriculares, aceptando el camino recorrido y sus consecuencias; aceptando a cada quién según su decisión.