A menudo suele suceder que miramos lejos, muy lejos, y olvidamos lo que tenemos más cerca.
Los logros de esta semana acerca de la posibilidad de observar lo inobservable resultan, a todas luces, sorprendentes por dos motivos: el primero de ellos, por el logro en sí y por la suma de esfuerzos que han sido necesarios para llevarlos a cabo; y el segundo porque lo que al final se ha observado ya había sido vislumbrado hace decenas de años en las mentes de algunos pensadores.
Lo curioso del hecho es que, a pesar de que las evidencias eran inexistentes (hay que recordar que había una inexistencia documental acerca del hecho en sí) y que para dar cuenta de lo que se esperaba observar sólo existían simulaciones, el esfuerzo por confirmar las suposiciones teóricas no cesaron durante todos estos años.
Así se mueve el conocimiento; partiendo de suposiciones razonadas hasta que dichas suposiciones pueden ser evidenciadas.
Lástima que, esto no suceda en otros campos…
Y es que verán, hace años se determinó que para mejorar la salud de la humanidad había que cuidarla porque los elementos concurrentes en dicha salud podían determinarse claramente y en ellos, de una u otra forma, aparecía el cuidado. Así mismo, se determinó que el sistema para poder alcanzar este logro era que dicho cuidado debía ser primario, es decir, suceder en todo momento de la vida. Pero resultó que la comunidad encargada de hacer posible que ese logro fuera factible, sólo sabía medir una forma de desviación (construida a partir de un ideal inalcanzable de funcionalidad: la enfermedad) de su objeto de estudio y el producto a la atención de dicha forma de desviación (con su conllevado valor de mercado).
Y así ha sucedido que lo que es, se sigue negando…
La Atención Primaria de Salud centrada en el cuidado de las personas es, pero no se la quiere mirar: no es que no se pueda ver; es que caso de ser vista, despejaría cualquier duda acerca de un sistema que colapsa.
Pero a quién le importa: las personas de este planeta, la ciudadanía que sin salud muere o mal vive, son insignificantes para una forma de ver la realidad que mira más al mercado (bien sea económico o en votos) que a las propias personas.
Hoy es el día de la Atención Primaria de Salud y debería ser el Día del Cuidado, pero hoy no hay imágenes que celebrar: aún no se sabe que se debe mirar; y mientras la luz de muchos, su salud, se pierde.
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